Por Colprensa | Yahoo noticias
Tras el anuncio sobre el
acuerdo logrado entre el Gobierno colombiano y las Farc en el segundo punto de
la agenda de negociación, debe recordarse que uno de los pilares fundamentales
de ese proceso es que "nada está acordado hasta que todo esté acordado".
De esa manera está consignado
en el punto diez (último) del capítulo VI del 'Acuerdo general para la
terminación y la construcción de una paz estable y duradera', firmado el 26 de
agosto del año pasado en La Habana, por dos delegados plenipotenciarios del
gobierno colombiano (los hoy negociadores Sergio Jaramillo y Frank Pearl), seis
delegados de las Farc (encabezados por Andrés París y Ricardo Téllez), cuatro
testigos de los gobiernos de Cuba y Noruega y cinco testigos autorizados por el
gobierno colombiano.
Así que los convenios ya
conocidos sobre 'Política de desarrollo agrario integral' y 'Participación
política' sólo tendrán validez cuando también haya acuerdos acerca de los demás
puntos de esa agenda conjunta: 'Fin del conflicto', 'Solución al problema de
las drogas ilícitas', 'Víctimas' e 'Implementación, verificación y
refrendación'.
El presidente Juan Manuel
Santos ha sido insistente en recordar esa condición de no definir acuerdos
parciales, sino dejar todo lo acordado para una firma última y una posterior
refrendación popular. Por ejemplo, lo señaló el pasado 27 de mayo, luego de
conocerse la firma del primer punto de la agenda: "Los acuerdos que hemos
ido construyendo están condicionados a que lleguemos a un acuerdo sobre la
totalidad de la Agenda y, también, a que en la medida en que se avance en la
discusión se puedan ajustar y complementar los acuerdos sobre cada uno de los
subpuntos".
Porque este proceso de
conversaciones que diseñó el gobierno de Santos tiene diferentes etapas:
primero una exploratoria y confidencial que terminó en la citada agenda, sobre
la cual se negocia; luego la "pública, pero de discusiones
reservadas" que es la que se adelanta en La Habana desde el 19 de
noviembre de 2012 y que ha arrojado los dos acuerdos conocidos; y una final de
ratificación ciudadana (para la cual el Congreso tramita la reforma que
permitiría hacer esa votación el mismo día de una elección ordinaria) y la
posterior aplicación de los acuerdos, que incluirá a toda la sociedad y tomaría
cerca de diez años.
Hechas esas consideraciones,
recordamos qué está acordado ya en la mesa de La Habana y qué falta por ser
discutido en los próximos meses:
DESARROLLO AGRARIO INTEGRAL
El acuerdo al que llegaron los
delegados del Gobierno y de las Farc se hizo sobre cuatro pilares: distribución
de la tierra a los campesinos sin ella y a aquellos cuya parcela es
insuficiente; establecimiento de programas especiales de desarrollo con enfoque
territorial en los más necesitados; creación de planes nacionales rurales en
educación, salud, vías, riego, agua potable y vivienda; y búsqueda de la
seguridad alimentaria.
Esos pilares se desglosan en
subtemas, cuyo contenido completo sigue estando en reserva, debido a otra de
las normas de funcionamiento de la mesa de diálogo, según la cual un punto ya
acordado puede ser revisado y cambiado en cualquier momento. Algunos de esos
subpuntos hechos públicos son los siguientes:
1. Acceso y uso de tierras improductivas.
2. Formalización progresiva,
con sujeción al ordenamiento constitucional y legal, de todos los predios que
ocupan o poseen los campesinos.
3. Creación de programas de
desarrollo con enfoque territorial para mejoramiento de la infraestructura, adecuación
de tierras, recuperación de suelos y desarrollo social en salud, agua potable,
educación, vivienda y erradicación de la pobreza.
4. Estímulo a la producción
agropecuaria y a la economía solidaria y cooperativa, brindado para ello
asistencia técnica.
5. Establecimiento de
políticas de subsidios y créditos agropecuarios, generación de ingresos,
mercadeo y formalización laboral.
6. Creación de mecanismos para
solucionar conflictos de uso y de una jurisdicción agraria para la protección
de los derechos de propiedad, con prevalencia del bien común, incluyendo
actualización del respectivo catastro y buscando seguridad jurídica y mejor y
más eficiente información.
7. Restitución a las víctimas
del despojo y del desplazamiento forzado.
8. Delimitación de la frontera
agrícola, protegiendo las áreas de especial interés ambiental.
9. Erradicación del hambre, a
través de un sistema de alimentación y nutrición.
PARTICIPACIÓN POLÍTICA
Tal como sucedió con el primer
punto, los detalles específicos de la redacción lograda por los delegados del
Gobierno y los de las Farc no se conocen aún. De ellos se irá informando de
manera progresiva desde la próxima semana, pero nunca en su totalidad.
Según el comunicado conjunto
leído hoy en La Habana, el acuerdo en el tema político se erige sobre tres
pilares: Derechos y garantías para el ejercicio de la oposición política en
general, y en particular para los nuevos movimientos que surjan luego de la
firma del Acuerdo Final, con acceso a medios de comunicación; mecanismos democráticos
de participación ciudadana; y medidas efectivas para promover mayor
participación en la política nacional, regional y local de todos los sectores,
incluyendo la población más vulnerable, en igualdad de condiciones y con
garantías de seguridad.
Algunos de los subpuntos que
desarrollan esos acuerdos amplios son los siguientes:
1. Convocatoria en un evento
nacional a los voceros de partidos y movimientos políticos para integrar una
comisión que defina los lineamientos del estatuto de garantías para los
partidos que se declaren en oposición.
2. Dicha comisión, mediante la
realización de un foro, facilitará la participación de voceros de
organizaciones y movimientos sociales, expertos y académicos para que hagan sus
propuestas sobre el Estatuto de la Oposición.
3. Impulsar una legislación de
garantías y promoción de la participación ciudadana democrática y de otras
actividades que puedan realizar las organizaciones sociales. De estas,
incluyendo los que surjan de la firma del presente Acuerdo, se espera que
ejerzan sus derechos y cumplan los deberes de participación ciudadana.
4. Dar garantías para
canalizar las demandas ciudadanas, incluyendo para la movilización, la protesta
y la convivencia pacífica.
5. Abrir espacios adicionales
para que las fuerzas políticas, las organizaciones y movimientos sociales y las
comunidades en general, en especial aquellas que trabajan en la construcción de
la paz, puedan dar a conocer sus propuestas y proyectos en medios
institucionales y regionales. Dar un fortalecimiento especial a los medios
comunitarios.
6. Establecer medidas para
garantizar y promover una cultura de reconciliación, convivencia, tolerancia y
no estigmatización, lo que implica un lenguaje y comportamiento de respeto por
las ideas, tanto de los opositores políticos como de las organizaciones
sociales y de derechos humanos. Para ello se prevé el establecimiento de
Consejos para la Reconciliación y la Convivencia.
7. Establecer un plan de apoyo
a la promoción de veedurías ciudadanas y observatorios de transparencia. Mayor
control por parte de los ciudadanos de la administración y la gestión pública.
8. Revisión integral del
sistema de planeación participativa, para asegurar la efectividad de la
participación ciudadana en la construcción y el seguimiento a los planes de
desarrollo.
9. Medidas para fortalecer los
consejos territoriales de planeación.
10. Cambios institucionales
para facilitar la constitución de partidos políticos y el tránsito de
organizaciones y movimientos sociales con vocación política para su
constitución como partidos o movimiento políticos.
11. Condiciones especiales
para nuevos movimientos, en una fase de transición, para asegurar el necesario
pluralismo político en la construcción de la paz.
12. Medidas para asegurar la
transparencia en los procesos electorales, en especial en las zonas de mayor
riesgo de fraude, y la promoción de la participación electoral de los
ciudadanos, principalmente los que habitan en las regiones de más difícil
acceso.
13. Creación de una Misión de
Expertos para hacer una revisión integral de la organización y el régimen
electoral.
14. Creación de
Circunscripciones Transitorias Especiales de Paz, para promover la integración
territorial y la inclusión política de zonas especialmente afectadas por el
conflicto y el abandono, de manera que durante un periodo de transición estas
poblaciones tengan una representación especial de sus intereses en la Cámara de
Representantes.
15. Sistema integral de
seguridad para el ejercicio de la política, que se concibe en un marco de
garantías de derechos, deberes y libertades y busca asegurar la protección de
quienes ejercen la política sobre la base el respeto por la vida y la libertad
de pensamiento y de opinión.
16. Todo lo referente al punto
de participación política, incluyendo su implementación, se llevara a cabo
tomando en cuenta un enfoque de género y asegurando la participación de la
mujer.
LA AGENDA PENDIENTE
Según el plan acordado hace
más de quince meses, al final de la etapa exploratoria, quedan cuatro puntos
por negociar entre el Gobierno y las Farc.
El próximo 18 de noviembre las
partes empezarán a hablar de narcotráfico, según anunció hoy el jefe negociador
del Gobierno, Humberto de la Calle. Se trata del capítulo denominado 'Solución
al problema de la drogas ilícitas' y que en el acuerdo básico está contemplado
como el punto cuatro, pero que será adelantado como el tercero en discusión.
Este próximo capítulo incluye
tres asuntos específicos, que son los siguientes:
1. Programas de sustitución de
cultivos de uso ilícito.
2. Programas de prevención del
consumo y salud pública.
3. Solución del fenómeno de
producción y comercialización de narcóticos.
Si las partes avanzan en estos
apartados y llegan a un tercer acuerdo en la agenda, tendrán que abordar luego
los restantes tres capítulos, titulados: 'Fin del conflicto', sobre el cual hoy
de la Calle dijo que será la oportunidad de establecer cómo llegarían al
Congreso de la República los representantes de las Farc, una vez hagan dejación
de las armas; 'Víctimas' e 'Implementación, verificación y refrendación' del
acuerdo.