COLOMBIA
Los cuerpos de los ex diputados regionales colombianos muertos en cautiverio en junio pasado fueron bañados tras su fallecimiento y tenían entre 30 y 40 balas, según el informe de la comisión forense.
La Comisión Forense Internacional (CFI), conformada por la OEA a pedido del Gobierno colombiano, examinó los cuerpos recuperados por una misión de la Cruz Roja para establecer su identidad y causas de la muerte.
Los cuerpos de los ex diputados regionales colombianos muertos en cautiverio en junio pasado fueron bañados tras su fallecimiento y tenían entre 30 y 40 balas, según el informe de la comisión forense.
La Comisión Forense Internacional (CFI), conformada por la OEA a pedido del Gobierno colombiano, examinó los cuerpos recuperados por una misión de la Cruz Roja para establecer su identidad y causas de la muerte.
En un reporte de diario El Tiempo, de Bogotá, se menciona que los cuerpos de los políticos, secuestrados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en abril del 2002 y muertos -según la guerrilla- en un “fuego cruzado” con un grupo sin identificar, “fueron halladas entre 30 y 40 balas, todas de fusil, algunas al parecer de AK-47”.
El rotativo, que no revela las fuentes, indicó que a la comisión forense “le preocupa que hay muchas preguntas sin respuesta”. Los cadáveres “tenían ropa nueva”, por lo que “será imposible saber si algunas heridas son post mórtem”, indicó El Tiempo y agregó que uno tenía un impacto en el rostro. Las FARC revelaron el 28 de junio pasado que once de los doce diputados del departamento del Valle del Cauca secuestrados el 11 de abril del 2002 habían muerto diez días atrás en un “fuego cruzado” con fuerzas desconocidas. El presidente colombiano, Álvaro Uribe, afirma que fueron asesinados por los rebeldes.
El único legislador que sobrevivió fue Sigifredo López, quien, según la guerrilla, estaba en otro campamento.
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