La Habana, 16 abr (PL) El Ejército de Liberación Nacional (ELN), la segunda fuerza guerrillera en Colombia, responsabilizó hoy al gobierno encabezado por Alvaro Uribe del poco avance alcanzado en las cinco negociaciones anteriores de paz.
En una rueda de prensa en el habanero Hotel Palco, el jefe de la delegación del ELN, comandante Pablo Beltrán, señaló que la mesa de diálogo está en punto crítico, porque los acuerdos tomados antes han sido desconocidos por el interlocutor del gobierno.
Por ello nos encontramos ante otro obstáculo, dado que el gobierno no es un interlocutor constructivo, manifestó Beltrán al referirse al alto comisionado de paz, Luis Carlos Restrepo.
Tras esa expresión, las partes acordaron que un testigo internacional participe en la VI ronda, que aspiran iniciar mañana en La Habana.
El jefe guerrillero reconoció los esfuerzos de Cuba, Venezuela y el resto de los países facilitadores, entre los que se incluyen España, Suiza y Noruega, para llevar a feliz término las rondas de conversaciones iniciadas con el actual gobierno en agosto de 2005.
También hubo palabras de encomio para los sectores sociales colombianos acompañantes del diálogo, ante lo que insistió se produce una esperanza de solución política al conflicto con el ascenso del Polo Democrático Alternativo, que le disputó la presidencia a Uribe.
Ante interrogantes de los reporteros presentes, Beltrán destacó el interés del escritor colombiano Gabriel García Márquez para que las negociaciones avancen.
Igualmente señaló las preocupaciones del Premio Nobel de Literatura por el crecimiento del fenómeno de la parapolítica, y la creciente injerencia de Estados Unidos con el financiamiento del Plan Colombia.
Nuestro espíritu, insistió el miembro del Comando Central del ELN, es similar al de García Márquez, y por ello -dijo- debemos avanzar y producir resultados.
En un documento circulado a la prensa participante, la delegación guerrillera hizo patente que lo más importante es construir un ambiente de paz que beneficie a los colombianos.
Para ello, añadió el texto, se debe solucionar el problema de los desplazados por el conflicto, que afecta a más de cuatro millones de personas, de acuerdo con cifras facilitadas por Beltrán.
Las partes esperan dialogar también sobre el otorgamiento de garantías para el tratamiento de los casos de privación de libertad, tanto para los retenidos como para los presos políticos, así como el cese de los asesinatos y persecución política.
Además solicitarán espacios para la participación internacional de los países garantes y facilitadores de las conversaciones de paz, proceso que en opinión de la guerrilla el gobierno de Uribe bloquea.
La agenda la completan el pedido para que la sociedad participe en la construcción de la paz y la democratización de la vida nacional, así como los preparativos para una Convención Nacional precedida de una agenda legislativa favorable a la paz.
En una rueda de prensa en el habanero Hotel Palco, el jefe de la delegación del ELN, comandante Pablo Beltrán, señaló que la mesa de diálogo está en punto crítico, porque los acuerdos tomados antes han sido desconocidos por el interlocutor del gobierno.
Por ello nos encontramos ante otro obstáculo, dado que el gobierno no es un interlocutor constructivo, manifestó Beltrán al referirse al alto comisionado de paz, Luis Carlos Restrepo.
Tras esa expresión, las partes acordaron que un testigo internacional participe en la VI ronda, que aspiran iniciar mañana en La Habana.
El jefe guerrillero reconoció los esfuerzos de Cuba, Venezuela y el resto de los países facilitadores, entre los que se incluyen España, Suiza y Noruega, para llevar a feliz término las rondas de conversaciones iniciadas con el actual gobierno en agosto de 2005.
También hubo palabras de encomio para los sectores sociales colombianos acompañantes del diálogo, ante lo que insistió se produce una esperanza de solución política al conflicto con el ascenso del Polo Democrático Alternativo, que le disputó la presidencia a Uribe.
Ante interrogantes de los reporteros presentes, Beltrán destacó el interés del escritor colombiano Gabriel García Márquez para que las negociaciones avancen.
Igualmente señaló las preocupaciones del Premio Nobel de Literatura por el crecimiento del fenómeno de la parapolítica, y la creciente injerencia de Estados Unidos con el financiamiento del Plan Colombia.
Nuestro espíritu, insistió el miembro del Comando Central del ELN, es similar al de García Márquez, y por ello -dijo- debemos avanzar y producir resultados.
En un documento circulado a la prensa participante, la delegación guerrillera hizo patente que lo más importante es construir un ambiente de paz que beneficie a los colombianos.
Para ello, añadió el texto, se debe solucionar el problema de los desplazados por el conflicto, que afecta a más de cuatro millones de personas, de acuerdo con cifras facilitadas por Beltrán.
Las partes esperan dialogar también sobre el otorgamiento de garantías para el tratamiento de los casos de privación de libertad, tanto para los retenidos como para los presos políticos, así como el cese de los asesinatos y persecución política.
Además solicitarán espacios para la participación internacional de los países garantes y facilitadores de las conversaciones de paz, proceso que en opinión de la guerrilla el gobierno de Uribe bloquea.
La agenda la completan el pedido para que la sociedad participe en la construcción de la paz y la democratización de la vida nacional, así como los preparativos para una Convención Nacional precedida de una agenda legislativa favorable a la paz.
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